“HUMANISMO SOCIALISTA Y COMUNISMO PROLETARIO”
Antonio García, socialismo y comunismo
FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO
8/22/2025


En este polémico ensayo inédito, escrito hace más de 70 años (1953), Antonio García (1) penetra en la etiología del “comunismo proletario”, expone su original formulación sobre el “humanismo socialista” y reitera la necesidad de renovarlo, conforme a las exigencias históricas concretas; plantea su concepción científica sobre la construcción de la Nueva Sociedad; su perspectiva socioeconómica, políticajurídica e ideológica, contraria a la “dogmática” impuesta verticalmente al mundo, desde la cúpula de la ortodoxia “comunista”. ¡GARCÍA, FUE HEREJE DEL MARXISMO ARCAICO! El ensayo contiene dos tesis centrales: i- Existen diferencias esenciales y tácticas entre socialismo y comunismo. Y, ii- No hay identidad esencial entre los fines políticos del socialismo y el comunismo, entre sus concepciones de la sociedad y del hombre.
Contradictor de la concepción monista, sostiene García que las versiones del Socialismo difieren de acuerdo al tiempo histórico de su formación: i- criterio igualitario/romántico (1850); ii- “supersticiones colectivas” del comunismo (finales del Siglo XIX); iii- la socialdemocracia europea (evolucionismo social y revolución por senderos electorales); iv- socialismo como sistema, filosofía de la vida y síntesis del conflicto capitalismo/comunismo. De anhelo de Justicia Social, el Socialismo transmutó en Sistema de Pensamiento y de Vida. Desde un enfoque holístico, teórico/práctico, cataloga el Socialismo contemporáneo como: i- “subproducto” del comunismo; y, ii- “sustituto” del mismo.
Como derivado, el Socialismo es un “puente levadizo” hacia la sociedad comunista: economía, basada en la colectivización de los medios de producción; organización política, orientada a eliminar el Estado/Derecho/Instituciones estatales; filosofía dialéctica, fundada sobre la dogmática materialista; nueva sociedad, bajo la hegemonía de la dictadura del proletariado. Este subproducto, se circunscribe a “la perspectiva ideal del futuro”, a “la crítica de la sociedad contemporánea”.
Afirma García que, el Nuevo Socialismo es la creación ideológica resultante de la primera conflagración mundial imperialista, la crisis económicapolítica y la Revolución Rusa de 1917. Nace como “sistema de vida” -resultado del análisis orgánico de la realidad y el entendimiento de sus leyes-, cuya concepción teórica descarta la sustitución mecanicista del capitalismo por el Socialismo; deshecha los planteamientos que lo señalan como “vía” para instaurar la sociedad Comunista y rechaza la “identificación” de socialistas y comunistas en la “sociedad final”, por considerarlas explicaciones “antidialécticas” de la historia.
Asevera que el Nuevo Socialismo impugna los prejuicios preservados por los teóricos ortodoxos del “marxismo”, dogmas que sirven como cimiento para erigir la Nueva Sociedad: i- oponen la “superstición” de la propiedad colectiva a la propiedad privada; ii- enfrentan el Estado proletario al Estado burgués, como alistamiento previo a su eliminación total; iii- objetan el Derecho de clase, con la extinción de todo Derecho; iv- contraponen a la economía capitalista un sistema de producción que “exige de cada quién según sus capacidad y da a cada cual según su necesidad”; v- sustituyen la economía de mercado con una “organización espontánea” que la extinguirá, simultáneamente, con el dinero/precios/crédito-; vi- propugnan la abolición del salario capitalista –forma de apropiación gratuita de la plusvalía-; y, vii- afrontan la división de clases sociales con su mera supresión. Tal visión distorsionada, idealista e imprecisa del Comunismo se correlaciona con una perspectiva deforme, catastrófica y reducida del Capitalismo. Colige que, la percepción teórica del capitalismo por los comunistas del Siglo XIX, NO discierne su supervivencia/progreso, ni su perfeccionamiento ante las arremetidas del movimiento revolucionario orbital. Las conjeturas sobre el derrumbamiento capitalista y la floración comunista inmediata, ¡las condena al basurero especulativo!
García, se pregunta: Qué ocurriría, si por el apremio de la revolución mundial, ¿se fractura “la dictadura del proletariado” y lo obliga erigir la sociedad comunista?; se desensamblaría la institucionalidad estatal, ¿cómo evocación del capitalismo?; se estructuraría el poder como administración elemental de cosas, ¿conforme a los viejos postulados comunistas?; operaría la distribución de la renta social, ¿“dando a cada quien según sus necesidades”? Y, responde: “el paso de la sociedad soviética a la sociedad comunista representaría una franca regresión histórica, un abandono voluntario de grandes conquistas a cambio de ventajas enteramente impredecibles”.
Antonio García alerta sobre el Socialismo del Siglo XIX que conocemos en Latinoamérica, doctrina que, en ese entonces, estaba imbricada al “comunismo proletario” y al “liberalismo burgués”, lo cual explica la custodia de “supersticiones” románticas como la “tierra prometida”, el materialismo “dogmático”, el “mesianismo” del proletariado, etc. Y, la sobrevaluación de las libertades burguesas y el parlamentarismo. Respetar los anacronismos espirituales/políticos del referido siglo induce a errores que imponen mirar adelante, sin encorsetarse exclusivamente en los Fundadores de la doctrina.
Concluye que: i- filosóficamente, el nuevo socialismo es dialéctico –ni materialista, ni idealista-; ii- la “socialización de los sectores vitales” y la coexistencia de diversas formas de propiedad, es forzosa; iii- transformar el régimen de propiedad, afianza la previsión racional y las condiciones de bienestar/seguridad de la población; iv- la planificación es la forma correcta para socializar la dirección económica y determinar la función social de la propiedad; v- el beneficio general exige utilizar algunas creaciones institucionales –crédito/dinero/precios, etc.-; vi- abolir el Estado, NO es dispositivo apropiado para eliminar la subordinación de clase; vii- el Estado NO es, únicamente, un órgano de opresión clasista; viii- la finalidad de la economía socialista y la nueva organización social, también cubre la protección de la Libertad en todas las actividades humanas; ix- rechaza la dictadura del proletariado, como instrumento para superar la dictadura de la burguesía. Por las razones antedichas, García considera que el Nuevo Socialismo sustituye el Comunismo en términos políticos, ¡porque lo niega ideológicamente y lo supera dialécticamente!
Sostiene que el COLECTIVISMO es funcional, porque NO convierte todo en propiedad común; ni admite la separación sociedad/individuo –basamento del “humanismo social”-, ni la desaparición del “yo consciente” individual –creencia “comunista”-, ni la “polvareda humana” inorgánica –credo “liberal”-. El Nuevo Socialismo es “integración, superación y síntesis” dialéctica de contrarios antagónicos. Propone la “socialización de sectores vitales” –relacionados directamente con la vida/desarrollo comunitario- y la “planificación democrática”. Frente al salario capitalista y la tesis “comunista” de eliminarlo, sugiere crear un “nuevo régimen de salariado”, ajustado al “rendimiento del trabajo como mecanismo de distribución de la renta nacional”. Controvierte la noción capitalista de Estado –elemento de poder y opresión clasista- y su abolición comunista, con un Estado al “servicio y regulación de la vida social”. Confronta el “materialismo ético capitalista” y el “materialismo ideológico comunista” –“ideales metafísicos”-, con los “problemas intangibles de la conciencia humana”. Interpone el humanismo social, sin distingos de naturaleza, al “humanismo burgués o proletario”.
Concluye que el Socialismo NO puede confundirse con el comunismo –“filosófica, política, religiosa, económica, ni éticamente”–, porque, doctrinariamente, está constituido como sustituto racional del comunismo. Si las fuerzas reaccionarias de derecha/izquierda derrotan la posibilidad de que impere el Nuevo Socialismo, se desperdicia una doctrina que toma al hombre como “totalidad indivisible”, articulando teoría/praxis, el Socialismo como inmejorable humanismo militante.
(1) Nota: “Antonio era un socialista doctrinario y paradójicamente también un romántico. Sus estudios sobre el problema agrario tienen un alto valor. Estudió las características del capitalismo latinoamericano y el fenómeno de la dependencia. A la historia de los Comuneros dedicó un libro que refleja tal vez mejor que otras obras, el fondo de su mentalidad y de sus sentimientos. Profesor, poeta, riguroso investigador científico y soñador impenitente, Antonio García deja una honda huella en la historia de la intelectualidad colombiana y de nuestra vida universitaria”. (Carlos Lleras Restrepo. Expresidente de Colombia, Revista Nueva Frontera #381/1982).
“Durante más de cincuenta años fue luminosa e importante la presencia intelectual y la posición ideológica del Maestro Antonio García, quien orientó juventudes y profesionales por varias décadas, y cuyo pensamiento se plasma en numerosas obras, la mayoría de ellas críticas del sistema capitalista, y muchas con importantes dosis de originalidad y gran riqueza intelectual”. (Enrique Low Murtra. Exministro de Justicia de Colombia, Nueva Historia de Colombia, vol. IV, cap. 10).
“La mayoría de mis teorías, se basan en los trabajos de Karl Marx. De Colombia es uno de los pensadores y ensayistas que tiene los planteamientos más respetables sobre el marxismo. Su nombre es Antonio García”. (Hebert Marcuse. Filósofo, “La Patria”, Manizales -16/08/1973).
UBICACIÓN
Popayán, Cauca, Colombia