OBSERVAR NUESTRAS FRONTERAS INTERNAS, UNA OPCIÓN POLÍTICA

PEDRO NEL GALÍNDEZ VELASCO

5/4/2025

Corrupción
Corrupción

Amigas y amigos, muchos hemos estado en los márgenes políticos de los partidos tradicionales por diversas razones y del lado o en el borde de acciones de creación social en procesos de resistencia rural y urbana. Observamos, pasamos y acompañamos ese "agujero negro" del ejercicio del poder público popular, en el día a día de las resistencias colectivas en la región, nuestro país y el mundo.

Hemos conocido líderes netos, otros camaleones y muchos despistados. Y junto a ellos, estafadores que administran costumbres y negocios inerciales, acuñando normas y amañando estilos excluyentes, en calculados actos ilegales cuando gestionan los recursos de la gente o del presupuesto de todos, antes de elecciones y después de ellas. Así deciden sus negocios en acuerdos de propietarios, dirigentes partidistas y movimientos políticos. Se proyectan en el cómo "pellizcar”, morder y ahitarse con el presupuesto nacional, departamental y municipal echando un cuento electoral que no cumplirán. En su cinismo y ambición esperan “más y más” en otro periodo. Transitan en clanes y grupos electorales con políticas disfrazadas y son de facto organizaciones criminales. Bueno, aceptemos su voluntad política el como sea, entonces, “irán por partes del erario público y lo cederán con CVY incluido, de la mejor manera” a particulares a corto y largo plazo. Serán salvadores y "administradores” de los bienes colectivos, de los bienes comunes tasados para usufructo de particulares y, lo más seguro, los expropiarán en legalidad. Pulen y ajustan reglas y calculan futuras leyes sin generar un Mejor Estado para Todos ni una sociedad libre y justa ni dejan comunidades locales organizadas, significativas y satisfechas, porque no suman valor social al esfuerzo y trabajo colectivo. Son ladrones en permiso.

Esto se llama crisis pública en la formación política y cultural de los ciudadanos. Es nuestra oportunidad no ignorar, no aguantar no callar, sino acompañar a nuevas éticas y pedagogías sociales que emergen entre los muchos, para construir entre todos un proyecto político cultural y educativo de estado incluyente y justo que nos promueva y avance en cooperación y organización, potenciando cada propuesta sin discriminar ni excluir. Tenemos principios constitucionales determinantes, recursos materiales en el territorio, instituciones y la obligación de invertir en la formación del talento humano de las organizaciones públicas, sociales, comunitarias.

Entonces es pertinente acompañar las alternativas de educación y formación en resistencia que reduzcan la ignorancia y el analfabetismo integral existente entre nosotros, en nuestra nación latinoamericana. Ignoramos por no aprender a leer nuestra realidad, en un texto, un libro abierto si lo leemos (nos entendemos) y no solo repetir lo que europeos y norteamericanos dicen que somos. Olvidamos que vivimos en el trópico, en montañas y valles habitadas por humanos diversos en lenguas, culturas, comportamientos y territorios con abundante agua, dos mares desconocidos y a espaldas del mar interior de agua dulce nuestro río Amazonas y selvas que deberían comunicarnos y ser nuestro gran mercado interno, poseemos una plataforma geoestacionaria inútil para nosotros, pero, útil por otros. Es urgente asumir, investigar y transformar las redes de vida ambientales planetarias y nuestras locales en sus tramas complementarias singulares. Aquí nuestra realidad es presente y futuro, biología, sociabilidad, estéticas, artes, tecnología ambiental y la arquitectura biosostenible global: recrearnos en la vida siendo la vida misma, no el estado caótico de fuerzas corporativas particulares que aniquila a otros “a como dé lugar” y tomar su masa de ganancia, rentas o ahorros de los demás.

No escogimos ni aceptamos la mano invisible del mercado que sólo sirve a una muerte silenciosa de generaciones completas. No silenciamos la libertad de pensamiento ni sus expresiones en prensa, literatura, medicina, artistas, sociólogos, filósofos etc., porque queremos saber cómo llegamos a ser, sin imaginar que estaríamos así, por voluntad política de muchos que se equivocaron al decidir sobre sus vidas, entonces, ¿qué nos pasó?

La obra y escenarios instalados nos hacen olvidar el presente de la vida real, que habitamos y compartimos.