El contexto ahora nos dice que seguimos dependiendo de lo que haga el presidente y eso está bien, Gustavo Petro realiza a diario convocatorias masivas por todo el territorio nacional, donde interviene magistralmente sobre diversos asuntos, cautivando grandes audiencias, sobre todo en los sectores populares. No hay la menor duda que esto en el plano electoral es muy poderoso, pero también se reconoce, que no es suficiente para cambiar el resultado electoral del 2022 y ganar algo más que la presidencia de la república, lo que demanda un esfuerzo inmenso, sobre todo en las regiones, para obtener ese caudal electoral necesario para ganar por mayoría en ambas cámaras en el 2026. Las realizaciones del actual gobierno tendrán mucho que ver con ese caudal electoral progresista que se requiere en el 2026, lo que se haga en estos 18 meses que quedan de gobierno es fundamental, pero si no hay organización fuerte y se les permite a las bases del partido intervenir como es debido, será más duro alcanzar la meta. El fortalecimiento del Pacto Histórico cobra especial relevancia, a pesar de la debilidad por la que atravesamos con tantas fracturas, deserciones y decepciones al interior por las nominaciones a dedo de las candidaturas en las elecciones regionales y otros hechos desafortunados que nunca se subsanaron.
El tiempo apremia y los plazos electorales no dan lugar a dilaciones, se hace necesario un gran esfuerzo y el abandono de todo aquello que se oponga a la organización y a la unidad. En el Cauca, los representantes, diputados, concejales y alcaldes elegidos bajo el paraguas del Pacto Histórico, independientemente de los resquemores que dejaron por sus elecciones, deben abrir sus espacios, para que la militancia participe en mejores condiciones y difunda una imagen positiva de la gestión gubernamental. No es el momento de exclusiones o aislamientos políticos de las bases y en la elección que se tiene que hacer de nuevas candidaturas, debe primar la democracia y la consulta interna en procesos amplios y trasparentes.