UN HOMBRE LIBRE DESCUBRE SU PODER

I

Quienes llegaron no fueron ángeles custodios de humanidades bendecidas por monarcas y mercantilistas y banqueros buena gente, dueños y custodios de herencias, bienes tasados en la sociedad mercantil de los negocios de ultramar. Por buena gente, por su dios, por su rey, por su autoridad, le quitaron hasta la muerte y la destrucción sistemática de la memorias colectivas y expropiación de territorios de vida, destrucción de las lenguas de los ritos... a sangre y fuego; no fue gratis.

II

Llegó el imperio y luego los mercantilistas por los bienes comunes y tomaron y tasaron a su amaño. Las historias locales y regionales habitan brumosas en la memoria colectiva. Tres o diez generaciones son borrador suficiente. La dominación básica y las estructuras simbólicas son de larga duración… la revolución bolchevique y sus errores al final de siglo no han logrado borrar o esconder la hoz y el martillo ni la bandera roja en los 80 años transcurridos después de la derrota del nazismo y se muestran extraordinarios en la memoria colectiva.

III

Democracia directa: asambleísmo en donde el pueblo revuelto asume ideas, voluntad, visiona su poder político, une su modo de orden vivido y lo supera al sumar semejantes, diferencias y los complementa en acuerdos, liderazgos, lenguajes y emerge poner su organización en resistencia y desde ella configura cambios de vida o muerte. No hay, no es posible retornar al viejo estado de cosas, surge la cultura y su técnica propia del accionar colectivo popular, sumar, sumar, resistir.

IV

Popayán es expresión inédita de sociedad urbana hispánica imperial reproductiva del legado monárquico, élite de espaldas a su historia rural levantisca e insubordinada, iletrada, confesional, anticiencia, patética, religiosa. Sus letrados tienen fe y se coagulan en el orden autoritario mortal, devienen de la herencia del rey soberano que expresa el orden divino inamovible. De aquí hacia abajo, obtienes autoridad, divisiones de clases a infinito, lenguaje corporal, verbal, discursos, estéticas, equilibrando hasta la inmovilidad su voluntad política. Los letrados solo colocan la falsa cara democrática y la cubren. Hay que desdoblar discursos y comportamientos, historias y relatos masivos. Los celulares son proyectores de imágenes en cualquier pared o reunión.