¡ PROCESO CONSTITUYENTE !
Una guerra de 31 años: desde 1914 hasta 1945 EL CORTO SIGLO XX
Eric Hobsbawm (Historia del siglo XX) considera una única guerra que no debe separarse una de otra.
Por: LUIS EDUARDO CORTÉS RIERA
10/19/2025


Firma de la rendición de Japón en 1945 en el acorazado Missouri
Hace 80 años termina la guerra más destructiva, cruel y espantosa que ha conocido la humanidad. En ella fallecieron entre 70 y 80 millones de seres humanos. Pero debemos agregar otros 20 millones de muertos de la Primera Guerra Mundial, escenificada de 1914 a 1918, un conflicto anterior pero que el historiador Eric Hobsbawm (Historia del siglo XX) considera una única guerra que no debe separarse una de otra. En este sentido la Guerra Mundial se inicia en 1914 con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, y termina con la capitulación del Imperio del Japón en 1945: una guerra de 31 años que tiene a Alemania como protagonista de primer orden.
Pero, ¿por qué fue la primera mitad del siglo pasado el escenario de esta Única Guerra Mundial? El capitalismo había sufrido una dramática transformación de capitalismo industrial a capitalismo financiero expansionista y militarista a fines del siglo XIX, tal como afirmaron con gran clarividencia Rudolf Hilferdin y Vladimir Lenin. Nace el capitalismo monopolista que busca nuevos mercados, expansión y oportunidades de inversión en el extranjero. Las potencias europeas se reparten el mundo.
En esas primeras décadas se produce un colapso de las instituciones liberales que venían del siglo XIX como agotadas, declina la fe en el progreso racional y científico y entran en escena ideologías autoritarias e irracionales como las de Mussolini y Hitler, como una respuesta al ascenso del bolchevismo en Rusia y por ello recibieron estos líderes autoritarios apoyo del gran capital. El nazismo se convirtió en una barrera contra el comunismo soviético. El nacionalismo extremo derrota al llamado de los internacionalistas proletarios que veían la guerra como un conflicto de los capitalistas y no de los obreros. Los trabajadores no se unen contra la guerra, sino que se matan por las banderas de sus propios países.
El Alemania sube el poder en 1933 un carismático líder llamado Adolfo Hitler, que conduce con éxito el sentimiento de humillación sufrido en el Tratado de Versalles en 1918 por ese país, para convertirlo en una opción de reivindicación nacional. Con ideas en extremo nacionalistas, el espacio vital alemán o lebesraum, supremacismo racial en torno a la “raza aria”, odio al bolchevismo, gitanos, homosexuales y judíos, logra convocar a la nación germana a construir un Reich de mil años de duración, un desmesurado y cínico sueño que se apaga en 13 años apenas.
El gran error de Hitler fue el de invadir a la Unión Soviética en 22 de junio de 1941, un país al que consideraba habitado por subhumanos eslavos, bolcheviques y judíos que no tenían derecho a existir. Fue una guerra de exterminio inmensa y brutal que costó unos 25 millones de muertos al país de los soviets. Siempre se oculta, dice Marc Ferro, que fue la Unión Soviética quien verdaderamente derrota a los nazis alemanes y no Estados Unidos e Inglaterra.
Es en este momento cuando se produce, dice Eric Hobsbawn, una inmensa paradoja histórica: los bolcheviques salvaron a su enemigo histórico, el capitalismo burgués de occidente, en el cruento escenario bélico oriental de 1941 a 1945. El 70 por ciento de las bajas alemanas se produjeron en la Unión Soviética ocupada por la poderosísima Wehrmacht, una narrativa ocultada por occidente hasta los días que corren. Las batallas decisivas de la guerra en el terrorífico y descomunal frente oriental fueron la defensa de Moscú en invierno de 1941, la batalla de Stalingrado de 1942 a 1943, Batalla de Kursk de 1943, y Operación Bagration en 1944, las que condujeron a la toma triunfante de Berlín en 1945 y el fin del arrogante Tercer Reich alemán el 8 de mayo de 1945. El capitalismo de occidente había sido salvado por su rival histórico, el comunismo.
Hollywood, como herramienta de propaganda, se ha encargado de crear una narrativa que minimiza el gigantesco esfuerzo en el frente oriental hecho por los soviéticos liderados por Stalin. Las películas revelan ideologías, emociones colectivas y narrativas oficiales o alternativas. La “contra historia”, creada por el historiador francés Marc Ferro, busca desmentir mitos y mostrar versiones ocultas o silenciadas. La película Rescatando el soldado Ryan (1988) de Steven Spielberg, se centra exclusivamente en los soldados estadounidenses sin mostrar el papel de los soviéticos, la resistencia francesa y los civiles.
Terminada la Única Guerra Mundial a bordo del USS Missouri, tras el bombardeo atómico de dos ciudades indefensas, Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945, un nuevo conflicto se abrirá tras la derrota del Eje Berlín, Tokio, Roma, pues Occidente considera que un nuevo y formidable enemigo nace tras el Telón de Acero, la Unión Soviética, colosal potencia militar, económica y científica que forjó un enorme imperio en Europa oriental que llega a su fin con la reunificación alemana en 1989, la legalización de Solidaridad en Polonia (1989), y , finalmente, la disolución de la Unión Soviética con Mijaíl Gorbachov, ocurrida el 26 de diciembre de 1991.
Se cierra de tal manera el llamado por el historiador marxista Eric Hobsbawm El Corto Siglo XX, ¡una centuria de apenas 77 años de duración!, que se inicia en 1914 y se cierra en 1991: una sola historia.
Carora, Estado Lara, República Bolivariana de Venezuela,
4 de octubre de 2025.
UBICACIÓN
Popayán, Cauca, Colombia